Hola astronautas, estoy de regreso en el blog, en espera de poder desempolvar un poco el cerebro ya que esta cuarentena ha durado ya lo de cinco periodos y no parece tener fin.
Solia tener un Twitter (de hecho he tenido como cuatro nombres de usuario) y justo se me ocurrio cerrarlo antes de la pandemia. Fue una acertada idea considerando que el ambiente por esa red social ya se estaba tornando un poco toxico con todos los bandos que se habian formado, pero mi cerebro aun no deja de platicar solo, asi que heme aqui buscando alternativas para desfogar mis emociones. Tengo una cuenta de Instagram, la abri para plasmar lo que siento en fotografias, pero no es lo mismo, lo mio es escribir.
La ultima vez que anduve por aqui, deje a la deriva un blog que si bien no estaba a la altura de Rayuela de Cortazar, si logro contar las aventuras de una joven que cortaba el cordon umbilical a sus veinticinco años. Tiempo despues me casé, estabilicé y me converti en un ama de casa tranquila y feliz; cocinando, limpiando la casa y poniendome al dia en peliculas y series del momento.
Sin embargo, algo me decia que la rutina de un hogar no es algo digno de admirar en un mundo que basa su valia en el dinero que aportas a la sociedad, y decidi abandonar el blog hasta hoy.
Han pasado muchas cosas desde entonces, y todas y cada una merecen su propio post, pero espero no solo curar eventos de mi pasado, espero tambien encontrar la emocion y aventura en cada dia, para contarles cosas de mi presente y expresarlas nuevamente con la emocion de aquellos dias en que vivia como si no hubiera mañana.
Este fue solo el ejercicio de calentamiento,regresaré a escribir pronto. mi mente aun tiene mucho que contar.